Tu imágen vuelve repentina,
no sé qué fué lo que la trajo de vuelta,
días y noches, tranquilos sin ella
y se aparece como una sombra descubierta.
Se remueve mi alma de celos incontrolables
al pensarte lejos de mí y con ella.
Sabiendo que este sentimiento está prohibido,
me visita cada vez que estoy muy cerca del olvido.
Maldita noche de soledad y mente descansada,
me hace pensarte y añorarte mucho más de lo normal,
maldita digo, mientras sonrío desconcertada,
al no encontrarle sentido a mi estúpido actuar.
Que no me perteneces, eso lo sé ya hace tiempo,
que no eres de nadie, me lo demuestras constantemente,
¿Pero qué hago? si yo no controlo mis sentimientos,
y ahora tus labios imagino sobre otros apasionadamente.
Tendré que dormir recordando otros momentos,
aquellos en que esos labios eran los míos,
y pensando en esto me consuelo y sonrío,
pues sé que muy pronto serás, por un instante, mío. |