Temo que el mundo pueda ser plano, porque si este fuera así, por más que caminase, jamás te encontraría... ¿Qué sería de mi vida si no te encuentro nunca? ¡Ah, de mí, cruel destino! ¿Qué sería de mí si no estuvieras? No tendría el consuelo de verte, siquiera. De besar al vuelo con mis ojos tu silueta, tu sombra, y en ese instante jurarte mi amor eterno, aunque quizá yo, por ser un humilde pecador olvide este juramento hasta que el dolor de no tenerte me consuma, pero por lo menos tendré el privilegio de sufrirte... si yo fuera en tu búsqueda en aquel mundo plano, veré bajo mis pies un inmenso abismo, un vacío ¡Ay de mí! ver ese vacío y tener escrito en mi sangre que necesito de ti para seguir existiendo... entonces moriré, porque, apesar de que esta situación que es totalmente hipotética, está la constante que dice necesito de ti para seguir vivo... Entonces amo el mundo por ser redondo, porque nos encontramos alguna vez en el pasado, y tu, luego, con despecho te separaste de mí... Lloré el océano que ahora con maldad nos separa. Y así, herido, mueriendo sin ti, con las llagas de mi corazón abiertas corrí y sigo corriendo en dirección contraria a tus pasos, con la esperanza viva de volverte a ver...