Un domingo cualquiera, la gente se tira a descansar bajo el sol, en un parque literalmente alejado, pero realmente sumergido en medio de ese todo, la ciudad…
Me recuesto sobre el tronco de un viejo pino, observo, escucho, siento… los niños juegan, los padres se relajan… parejas, grupos de amigos, el paso, los pájaros, el sol, el viento…
Armonía, tranquilidad… divago en un sueño de alegría, juego con el momento, fantasmas de ella me acompañan a donde voy… Suena el celular, su fantasma se hace voz… vos que me alegras! |