Mirando una tarde viendo el infinito del cielo me di cuenta de la parte tan pequeña a la que pertenecemos Somos simples hormigas que por solitarios valles vagan por esta triste vida navegando en los amargos mares de la oscuridad mas dura sin una mano, sin un amigo sin una pobre ayuda que nos guie en el camino ¡Que cielo mas infinito! ¡que soledad mas amarga! ¡que triste espesura de este bosque sombrio! donde como tristes aves vagamos buscando un nido donde sentirnos protegidos ya que falta nos hace
Texto agregado el 29-10-2005, y leído por 231 visitantes. (0 votos)