El oriental de las tierras del oeste,
mira el zumbido del viento,
lo observa, analiza y asimila,
se hace uno con él.
Rodeado de su tribu,
desciende su mirada de los aires,
dirige su concentración
hacia cada uno de los individuos,
desata la ira de thor,
Comienza su ritual,
el ritual del viento,
un tributo a las sensaciones
el òro del Yoruba caido en guerra.
Resucitando vidas ajenas,
inicia su viaje, de devoción y armonía.
El trance lo lleva efectualmente de un nexo a otro/.
¡Egungun! ¡Egungun!
su trance en trascendencia,
la esquizofrenia en su plenitud,
la potencia como factor de lo ilimtado.
Un golpe,
dos golpes,
tres golpes,
cuatro golpes,
solo un segundo.
Regresa, comparte su visión,
el pueblo se ha sanado. |