¡Impactante!, el brillo de las caras,
¡Impactante! La arenosa voluntad.

Stalin viste de negro, bebe su café,
observa la traición de la potencia,
los motores de la historia encendidos
confluyen en una monotonía sin pasión.

Lou Salomé junto al anti-anticristo
Alzan las copas del nihilismo, perdidos
revisten de furia al capaz de dividir
el todo en la nada, la nada en dos
y al dos en algo. Deleuze jactado,
ha logrado una conciliación onírica.

¿Caos? Loca y neurótica Elektra
dispara contra Deleuze, el Leviatán
se despierta con su animal de viaje.
El lobo asesina a Elektra, Edipo Rey cae
Los Dioses proclaman la muerte del ser,
la insulza victoria del posmodernismo.

El lobo asesinando al mito,
Plauto saludando a la vida,
la muerte se ve a través del espejo,
se sonríe...vuelve,
Ya no hay dolor.