Me imagino que a esta edad te han dicho miles de cosas bellas, miles de palabras rebuscadas y poemas robados a “los cuenteros”, millones de sueño y juramentos arrodillados y materializando en sus caras un “soy sincero”… y verme ante esta situación me pone en jaque, por que quisiera hacer lo mismo, quisiera decirte miles de cosas bellas y simples como “eres más bella que cualquier flor en primavera”, miles de palabras rebuscadas como “miro tus fanales serafines con oligofrénica beatitud”, billones de sueños como “quisiera que envejezcamos juntos viendo a nuestros nietos correr por el césped” y un sinnúmero de juramentos que no podré cumplir.. Es por eso que te voy a decir esta tarde lo contrario, no te juraré amor eterno ni convenios que quizás se desvanezcan al alba, hoy te diré lo que no te daré, en vez de prometerte cosas que serían imposibles de predecir y cumplir:
Jamás dejaré la tapa de la taza de baño arriba, nunca dejaré la pasta de dientes abierta, ni en sueños quedarán mis calzoncillos ni calcetas en el suelo después de irme a trabajar, siempre en el canastillo de la ropa sucia; nunca dejaré de llamarte cuando por motivos sociales o laborales llegue tarde a casa, nunca olvidaré tu cumpleaños y nuestro aniversario, nunca te diré estoy cansado cuando me pidas que lave la loza o solo quieras caminar bajo las estrellas, nunca hablaré ni opinaré cuando solo quieres que te escuche ni te diré "renuncia" cuando comentes que tu jefe es una bestia, sé que solo quieres mis oídos. Jamás te diré “te prometo” o “nunca más” si no sabré si he de cumplir realmente, nunca te diré “si ayer me levanté yo” cuando me pidas que arrulle a nuestro primer bebé a las tres de la madrugada, jamás te responderé “nada” cuando me preguntes que me pasa, ni miraré mi reloj mientras te arreglas para ir a cenar a casa de tus padres. Jamás te diré “que rico, vamos” de manera feliz cuando me pidas ir a vitrinear al mall ya que sabes que me disgusta, que soy práctico, en definitiva, jamás te mentiré, de hecho es tan concreto esto de no mentir, que quizás no haga nada de las cosas que dije que no haré, sin embargo, nunca lo dejaré de intentar, ya que lo único de verdad que hay en mi, pase lo que pase, es que jamás dejaré de ser feliz por haberme topado contigo en la misma vida, el mismo país y la misma ciudad, el mismo lugar y sonreír al mismo tiempo cuando te dije temeroso por primera vez “hola, mi nombre es…. |