"EL SINDROME DEL NIDO" .
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MARIODELAFUENTE-ELDARDO@HOTMAIL.COM
Por más que urge con empeño
en la honda y ancha alacena del recuerdo
y que registre la mente,
en el gran bodegón que archiva
el libro de mis sucesos.
Por más que el viento golpee
los vidrios de las ventanas,
simbolizando el invierno
y la gotera insistente se pose sobre el bracero....
Por sobre todo lo que ocurra
y lo que haya sucedido
estará siempre en mi interior,
EL SINDROME DEL NIDO.
Dirán :No es el momento oportuno
para el juicio que indique a un responsable...
Pero los hecho ocurrieron,
se sumaron las gotas, el vaso se colmó
y ante el rebalse, la paciencia se acabó.
No todo es triste sin embargo,
cuando se quiebran los cristales
en el vaivén de las jornadas.
Toda la gente dice :
No es bueno llorar sobre la leche derramada.
Así llegó el "big inn",
la gran introspección....
la ruta señalada.
Descubrí entonces a mis hermanos-hijos,
le di importancia cumbre a su responsabilidad
a los deseos que tienen de ayudarme
demostrando solidaridad,
a los besos filiales, abrazos, caricias,
a su forma espontanea de "regalonear".
Del puerto de mi vida,
zarpó el barco "amargura"
y atracó el barco "premio"
con carga de ternura.
El puerto tiene ahora solidez invencible
y una nueva estructura.
Dedico todo mi tiempo en buscar lo necesario
y abastecer el hogar;
encargado del aseo,barrer,sacudir,encerar....
-¡Que hermoso se ve el jardín!,
pero el preciso regar,
mantenciones generales,
por arriba y por abajo,
que el lavado y su rutina,
que pasar el estropajo.
Al mercado justo a tiempo
regateando por los precios,
controlando la frescura,
la comida se prepara con amor y con dulzura
sin pasar por necio.
Para mi nada es trabajo.
Doy las gracias por el premio
que lo tengo inmerecido.
Hoy tan solo me preocupa
la educación de los hijos,
el pequeño ya crecido.
Jamás faltará el calor,
la protección, la riqueza
en salud y en buen humor,
si uno se siente normal,
es que está bien de la cabeza.
Las rutinas en lo exacto
y a la hora la colación,
temprano el regreso al nido
nunca falta la excepción.
Haré todo lo posible
para cuidar este nido
porque las ramas sociales
que hasta ahora lo sustentan
me permiten disfrutar
con todo brío el intento,
aunque haya fuerte tormenta
o timidez a sotavento....
Las velas del barco, firme,
soportan todos los vientos.
Buen humor a relevado
el gesto duro y la lágrima:
hoy hay fuerza y no lamento...
La educación se mantiene
si se sigue un buen ejemplo,
un tronco nos sujeta al piso
y un misionero cuida del templo.
Un buen hombre de experiencia,
creo, recién lo decía,
me enseñó que la limpieza
la gordura y la apatía
nacen siempre en la cabeza.
Es así como remamos,
con proyectos y rumbo fijo
por las llanuras floridas
disfrutando de nuestro alijo.
Es el perro ladrador,
el líder de la manada,
él pone lo necesario
y protege la camada.
Entonces, no todo es malo,
cuando llega la fractura,
se reparte premio y palo...
-¡el tiempo todo lo cura!.
Un homenaje les rindo
a los pollitos del nido
por asistirme en la empresa,
por abrigarme del frío.
Enfrentamos el camino,
con reproche y observación,
pero seguimos el rumbo
sabiendo nuestra misión.
¿Felicitaciones por ello?,
vendrá...el momento avanza.
Prefiero estos dos abrazos,
me basta con su esperanza.
En el nido hay travesuras,
cada cual busca su meta,
miramos juntos la tierra,
-¡Estamos en el planeta!.
Y, por último, pensamos,
hacer las cosas de casa,
no tiene ningún "joder",
no hay que hacerlas a la fuerza
y disfrutar el quehacer.
Como siempre en nuestras vidas,
el sentimiento es profundo:
la familia es una carga,
-¡la más valiosa del mundo!.
Un saco de arena y oro
que nos dobla el espinazo,
lo que se cae es la arena
y lo que queda un abrazo.
Los inviernos han pasado
por las fiestas importantes
el nido se ha reforzado,
los tres sueños son constantes.
Y termino esta escultura,
siento todo perfumado,
hay empapes de ternura
en este nido idolatrado.-
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