como en un cuento sin terminar,
desperte en medio de la farsa
estabas inmersa en ella
indiferente
atendiendo tu vanidad
como el niño aquel
guarde mis sueños
guarde mis rostros,
que no dejaban de doler
guarde mis ojos
guarde mis manos
me eche la bolsa al hombro
y retome el camino oscuro
de una noche sin luna
Texto agregado el 29-10-2005, y leído por 123
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