En el imaginario de los cuerpos el amor se obstina, como un embaucador que desaloja sueños, y demora amaneceres. Como sofista se solaza en palabras sin retorno, confundiendo nombres, desquiciando la noche, celebrando obsesiones, interpretando absurdos. © Simon Paterson
Texto agregado el 28-10-2005, y leído por 172 visitantes. (5 votos)