Fueron dos, o tres o minutos, o años o no lo sé

estabas tan lejos... allí guardado en mis sueños,

y de pronto te apareciste en mi oído...

y eras tan extraño, y eras tan conocido...

te imagino con profundos ojos, quizás negros,

te imagino con piel morena, quizás por el sol,

-quizas porque así estás hecho-

te imagino mar: porque seduces, porque tientas...

porque me invades y me obligas a ser orilla...

nadar es una forma de abrazarte -sueño-

y eres mar pacífico ( porque yo soy atlántico)

y aveces eres montaña y roca y hielo, y nubes

y otras eres el deshielo que sube la montaña,

para doblegar tu destino, y subes y subes,

pues no quieres ser agua del pacífico.


Hoy, hoy fuiste una voz: Una caracola

entregó a mi oído todo el escándalo del mar...

y no asustaba, ni ahogaba, ni nada...

solo me seducía... y yo turbada no le respondía...

( yo asustada enmudecía... )

igual... tu pacífico andar, puso en mi oído

toda la esperanza, que yo en sus costas descalza,

descalza o desnuda en el mi pacífico mar...yo segura,

segura sé me podré bañar...



Inspirados en poemas de Mario Benedetti "Caracola y Mar"