| hubo una gran explosion. hubo un caos que siguio a la explosion. afloro lo mejor y también lo peor de cada ser humano. de la crisis salio una raza nueva de hombres. no mejores, no más inteligentes, ni más nobles; tampoco peores. simplemente salio una raza diferente, más fuerte, mas insensible también.
 en esa raza los niños no juegan, analizan con ojos frios el entorno, sobre todo el dolor y la muerte. el amor y el sexo se han transformado en frio calculo de posibilidades  e intereses.
 lo que más ha cambiado es lo más susceptible al cambio, me refiero a las ideas: se han mudado en caminos que llevan a un desprecio hacia lo más débil y sensible.
 no tien que ver con el bien y el mal, tiene que ver con la vida, que ahora se concibe como un infranqueable retén para detener el avance de la muerte.
 yo estoy desangrandome a un lado del camino. pasan ojos y manos que no me ven ni sienten. es una huida hacia delante, como si quemase justamente donde estamos, como si el aquí y el ahora estuviese siendo pasto de las llamas, así la huida hacia otra cosa, hacia otro horizonte distinto del presente.
 me autoinmolaré. como un cristo para salvar a esta nueva raza de hombres. es epoca de cambios, y de los cambios más radicales. no da tiempo a pensar qué conviene más, no da tiempo a elegir el mejor camino. solo cabe huir, marchar hacia otros escenarios, adentrarse a ciegas en lo oscuro e inhospito.
 nadie se gira a mirarme y yo lo celebro.
 
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