- ¿Me ha llamado, jefe?
- Pase, Elcorinto, pase. Siéntese. Voy a darle una segunda oportunidad, y esta vez no la estropee como cuando entrevistó al Papa y acabaron a puñetazos.
- No volverá ocurrir, se lo aseguro.
- Por supuesto que no volverá a ocurrir. Algo remotamente parecido significaría su despido fulminante, aparte de una buena manita de hostias. ¿Esta claro?
- Como el sol de mediodía, jefe.
- Mejor así. Bueno, al grano. Sepa que va a partir inmediatamente y va a hacerle una entrevista a la Muerte, para las paginas centrales.
- ¿A la muerte jefe?
- Si a la Muerte, a la muerte le digo.
- ¿Y donde quiere que encuentre la muerte, jefe?
- Búsquela. Hombre, búsquela. La muerte se la encuentra uno en los sitios mas insospechados. Mire en los hospitales, en las carreteras, en los aeropuertos, en los restaurantes baratos, use la imaginación hombre. La muerte es mas fácil encontrarla que la vida.
- ¿Y porque quiere que entreviste a la Muerte?
- Ahora mismo es un tema de la mas candente actualidad. En los próximos 4 años, nuestros observadores indican que será prácticamente la reina de la pantalla. Arrasará en los telediarios. La Muerte y el Estatut, pero como al Estatut lo tienen los de la COPE en exclusiva, quiero esa entrevista y la quiero ya.
- Pero jefe, la muerte no es novedad. Nacemos con ella.
- Corinto, si quisiera oir filosofadas, hablaría con Julio Anguita. Busque la muerte ahí fuera, y sáqueselo todo.
- Esta bien, esta bien... ¿quiere que me lleve a un fotógrafo?
- ¡Por supuesto!. Al publico le encanta eso. Buenas fotos de la muerte. Saque algunos primeros plano, y verá que pronto circulan por Internet. Vamos, joven, vamos, ya está tardando. ¡Y no me decepcione!. ¡¡Tráigame muerte, que yo la convertiré en beneficios!!.
- A mandar, jefe, a mandar...
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