He saboreado tantos sinsabores
me he empinado la cizaña
que ha corrido por mis venas
cual refrescante néctar,
he escuchado tanta oración
incomprendida
y me he deleitado con los pasteles frescos
de la insidia
lo he degustado todo
con placer,
ya es hora que me indigeste,
que eructe
tanto veneno asimilado
tanto odio que no alimenta,
ya es hora que me beba
una agüita de arrepentimiento,
que repose este cuerpo
anquilosado,
estoy obeso de odiosidades,
con sobrepeso de
mezquindades
ya es hora que me ponga a dieta
cenando palabras sabias,
almorzandome a un buen clásico,
bebiéndome una sonata,
y haciendo un poco de trote
por los jardines colgantes,
ya es hora que deguste una copa
del más puro sentimiento
que me sirva el postre suave
de unos besos inocentes,
es preciso que me fume un himno
y contemple las volutas
de la paz dibujando anillos,
ya es hora que me ponga a dieta
para lograr el peso exacto
de un digno ser humano…