Prudencia al caminar,
Cuando piso sobre el cristal frágil de la ciudad
Teñido de espesuras y tierra
Que el tiempo, lejano y cercano, ha dejado
Prudencia al mirar.
Las infinitas luces que encandilan
Intentar descifrarlas, policromáticas
Hacen de los ojos un laberinto sin fin
La algarabía codicia mis oidos
Sin embargo, puedo protegerlos
Mis sentidos no acuden a mi llamado
Y pierdo la sensibilidad que me otorga el silencio
Silencio, imposible de obtener
El corazón y la mente luchan
Y se cae en el lodo del espeso caminar
Camino que no se recorre con pasos
Ni direcciones
Camino que corre sin rumbo
Por donde los pies queman y hacen historia
Historia que como todas, vuelve a comenzar.
Texto agregado el 26-10-2005, y leído por 145
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