Fuera de la vida, en otro paraje, desconocido para mi,reposáis. Ustedes, los que llenabais al ser, olvidáis mi existencia.
Aún sé, me sentís ahí, pero relegáis mi memoria al abismo.Y caigo.

MIKE
(O cómo huir de mi pasado si éste no me permite crear presente)

Sumida en la desesperanza, me rechaza, aún sabiendo que me ama. Mi amor se parte, se pudre corazón.Cometí el error más atroz pensando que no, colocándole velos a la verdad.
Camuflé mi rostro , protegí mi cuerpo... fuí a buscarte con ánimo de lograrte. Una palabra salió de tus labios: exilio.
No fue lo último...confesaste el vacío que te imprimía no ya mi ausencia: era, en todo caso, mi presencia.


Lateo
( O cómo vivir sin alma)

A tí te busqué durante años. Me equivoqué.
Ahora te miro y veo rabia, nostalgia y agonía.Si hubiera aceptado una retirada, pero soy tan terca que a veces creo que aún estás para mi.
Pero la terquedad impone una realidad de nuestro mundo de ficción.
Supongo que nadie tiene razón, en la guerra todos llevan en su razonamiento, verdad. Y al igual que en ella, los bandos sufren pérdidas.
En este caso, pierdo , al disparar contra el enemigo ,a mi acompañante. Nuestras reivindicaciones son semejantes. La bala es la misma.
No hace mucho sentí la necesidad de respirar, quise que estuvieras aquí para calmarme; el egoismo me hizo necesitarte. Pero si soy tan estúpida como para no mirarte cuando estamos frente a frente y luego, me quejo por no saludarme; si soy así como para negarte del mismo modo que tú rechazaste, mi voz; si soy tan cabezota como para eso y mucho más; si no cedo, es posible que no te merezca. Daría cualquier cosa por ser capaz de hacerlo pero claro, el orgullo, máldito él, nos pierde.
He vendido el alma para evitar suplicarte, para no ir tras de ti. Para no llorarte. Por dentro la pena me consume, estoy aprendiendo a vivir sin alma.

Me confesaste que te imprimía vacio.


Tanto en común os doy que empiezo a creerme un ser hueco. No os culpo de lo que hay , en estos momentos siento mi propio vacio.
No supe que llenábais mi espacio.Hasta que lo abandonásteis.