“No pensé que llegaras tan temprano” - la voz femenina se sentía nerviosa – “no tengo nada preparado, como ves, todo es un desorden” – se sintió un ruido sordo en el dormitorio – “Nerón debe estar haciendo de las suyas” – al sentir su nombre el perro salió del dormitorio moviendo el rabo, lo había conocido y esto en parte quito tensión al ambiente – “¿Vas a darte una ducha antes de cenar?” – en parte era mas un pedido que una pregunta – “¿Ya cenaste? hay agua caliente en el termo, ¿querés un café?” Bien, voy a hacerlo – fue caminando hacia la cocina – “Duchate que ya vuelvo” – El hombre dejó la ropa sobre la cama y caminó hasta el baño. Al pasar le pareció ver un mínimo movimiento en una de las puertas del placard. De lejos la sentía serena – “Bueno, ya está, te lo dejo en la mesa de noche” – y con premura abrió la puerta del closet pero no encontró a nadie, busco desesperadamente bajo la cama y tampoco, supuso que se habría ido pero vio la ropa debajo de cama, los nervios se agudizaban- dejó de sentir el ruido de la ducha y lo vio acercarse. ¿Ya te bañaste? ¿Tan rápido? Él le cambió de tema – “¿Que rico se siente luego de una ducha de agua caliente, no?” – lo vio secarse parsimoniosamente la cabeza a los pies de la cama, el cuerpo desnudo – “tenés el café en la mesa de luz, mi amor, decime si esta bien de azúcar, se te va a enfriar” "Si, ya te había sentido, gracias" Probo la infusión con calma, y después le dijo que no le quedaba claro que hacer, pero que lo mas sensato seria llamar después a la policía - “¿llamar a la policía? - ella lo miró extrañada - ¿y para que...?” – recién allí vio la mano pálida saliendo de la bañera y unos salpicones rojos en la mampara y las baldosas del baño. Quedo sin palabras. Sintió desde algún sitio la voz que le decía: “No volví temprano, no, simplemente no fui a trabajar, sospechaba esto desde hacia tiempo.. ¡pero que lo hicieras con alguien de nuestra total amistad! eso si no me lo imaginaba” – las palabras sonaron impersonales, congeladas, quedaron flotando como témpanos en el dormitorio mientras el vapor de agua del baño invadía el ambiente y la mancha roja del piso aumentaba de tamaño – “eso si no me lo imaginaba, no me lo imaginaba, no me lo imaginaba...” – repetía como una grabación rota mientras caminaba en su dirección con el estilete en la mano y los ojos extraviados...