Entré al baño y la encontré quitándose las pantimedias. Me miró y siguió haciéndolo como si mi presencia no le molestara en lo más mínimo. Nunca me gustó que me viera así, como alguien inofensivo. Habíamos tomado bastante, y la verdad es que en ese momento ninguno lo tomó de forma maliciosa, total, solo se estaba quitando las pantimedias y aunque yo nunca, y se los juro, nunca me hubiera atrevido siquiera a mirarla con malicia, me molestó que ella lo supiera, no se porqué, supongo que porque soy un chico ¿no? ...y debió darle vergüenza, es decir, no soy un cura ni un gay, pero ella me sonrió y siguió quitándose las pantimedias de lo más normal. Luego las metió en una de las gavetas del baño, me dio un beso en la mejilla y salió a la sala a seguir bailando. Lo del beso fue el colmo, es decir si Carlos o André hubieran entrado los hubiera sacado del baño corriendo pero entro yo y como si nada y Mada tiene unas piernas que lo dejan a uno con la sensación de querer bailar lambada y de masticar un bubbaloo...y no sé, ella me mira y se sonríe y sigue con lo de las pantimedias, que se me quitó la borrachera y me quedé mudo porque francamente es para eso, para quedarse mudo. Y yo se que Carlos o André se hubieran mandado con alguna de sus brutalidades...si, ya los puedo ver con la boca estiradasa sorbiendo saliva con un ruido estruendoso y la mirada clavada en la lambada...digo....en las piernas de Mada, pero yo me quedé mudo y de repente ella hubiera preferido que yo le dijera algo a que me quedara sin voz. Pero terminó con lo de las pantimedias y se largó a seguir bailando, y ni siquiera me dice vamos a bailar ni nada, me da un beso en la mejilla como si yo fuera la abuelita y me dejó sin borrachera, y sin lambada. Francamente - le digo a Jorge - no se puede - acompáñame a comprar un bubbaloo - y él preguntando que por qué quería bubbaloo, que él tenía chiclets Adams, y es que me lo llevé como a cinco cuadras de la casa a buscar el bubbaloo, porque ya no venden y no podía quedarme con los chiclets Adams porque eso si era como ver como se quitaba las pantis la profesora de historia, en cambio Mada era como un bubbaloo, porque el bubbaloo es así tan, no sé, provoca morderlo y no es que me provoque morder a Mada, bueno en realidad si pero...la cosa es que al fin encontramos bubbaloo y me compré la caja completa, que venían cincuenta bubbaloos y Jorge, que ya de paso me tenía aburrido con sus chiclets Adams se quedó cojudo cuando me vio salir de la tienda con la caja de bubbaloos y tuve que ponerme a explicarle todo este rollo de que los bubbaloos me hacían recordar a Mada y la verdad yo creo que no me entendió un carajo porque siguió comiéndose sus chiclets Adams y yo me lo imaginaba sentado sobre su cama viendo como la profesora de historia se quitaba las pantis y francamente me daba una cosa que me metía los bubbaloos de tres en tres a la boca.
Regresamos a la casa y nos quedamos sentados en el jardín de afuera - ¿Te acuerdas Jorge - esa vez que me dijiste que Gabriel le había contado a Mada que yo me moría por ella? - ¿te acuerdas?. Jorge me miró y se sonrió - si me acuerdo - dijo - ¿y por qué te ríes? - le dije - porque francamente...¿de qué se reía?...digo yo... porque es la fiesta de graduación 'mano, en mi casa y Mada que viene y se quita las pantis y me hace caminar cinco cuadras por unos bubbaloos y le pregunto a Jorge que si se acuerda de eso y se ríe, es que no tiene perdón. - ¿tú estabas allí cuando él le contó no? - y le pregunté así como haciéndome el desinteresado porque, francamente, se burlan de uno y...- Si, yo estaba allí - y claro que me acordaba que él había estado allí, pero no me atrevía a hacer la pregunta así que la hizo él: ¿quieres saber que nos dijo Mada cuando le contamos? - y claro que quería saber maldito pinche cabrón - porque realmente eso son, primeramente, ¿quién les dio derecho de declararse por mi?... y encima ¿cómo demonios le habrán dicho ...ya me los imagino -...Mada...quien te gusta? básico, seguro que eso le habían preguntado y luego: - Porque nosotros conocemos alguien a quien le gustas...y claro que era yo, quien mas iba a ser si Gabriel y Jorge eran mis únicos amigos y 'ta mare cada vez que me acuerdo...pinches cabrones, claro que quería saber que les había dicho ella, al menos eso me debían no? - pero no te molestes...mira...pero no te ofendas - nos dijo...¿sabes cómo nos dijo? - y claro que no sabía pues carajo si yo no había estado allí, en mi propia declaración. - Nos dijo que tenía un perrito de peluche que era igualito a ti..- La verdad yo nunca he visto un perrito de peluche que se parezca a ti hermano - pero ella nos dijo así y Gabriel dijo que mejor no le preguntábamos mas - Sabes Alex... hay perritos de peluche que son bien graciosos, mi hermana tiene uno que cuando le jalabas la cola movía la pata, se lo trajo mi mama de Miami, es bien gracioso, te lo voy a traer algún día para que lo veas hermano, le jalas la cola y vieras como mueve la pata.
Subí las escaleras y entré a la sala, el ruido era infernal y habían apagado todas las luces. Aun así pude ver a Mada sentada en el sillón del rincón. Me senté junto a ella y sentí que mas nada importaba. Cuando la mujer que te hace comprar una caja de bubbaloos a las tres de la mañana te compara con su perro de peluche todo ha terminado, - realmente Mada - ¿te recuerdo a tu perro de peluche? - así le dije - de frente - mira Mada no me importa si tienes un perro de peluche que mueve la pata cuando le jalas la cola pero a mi no me vas a comparar con ningún pinche perro. - así le dije, en serio, y creo que seguí por media hora mas hasta que me di cuenta de que estaba dormida. Me quedé mirándola mucho rato, luego, revisé la caja de chicles y vi que solo quedaban tres. Me los metí a la boca, los mastiqué por unos cinco minutos, saqué la masa pegajosa de mi boca y se la pegué en la cabeza. Me fui a dormir y en la madrugada me dieron ganas de tener cola para poder moverla.
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