HACIA LAS PROFUNDIDADES DE LAS ESENCIAS


¡Mi mente se extravía!
Los pies no quieren volar
la recta y amarilla senda,
enfundada en arboledas
cuyo final son cristalinas aguas
que la luna ha transitado
en días y noches de parpadeos.

El corazón pide
a los desobedientes pies,
que conduzcan mi ser,
al éxtasis de los mil colores,
regalo de abiertas cajas,
en su viaje misterioso
por la piel del amplio mar.

Las piernas recuerdan
cuando desposando la madurez,
mis manos hurgaron
sus límites profundos
mientras el continente cual malabarista
se equilibraba en sus finas orillas
en el silencio de aquellas travesías.

El cuerpo con prisa destila
los universos marchitos
moldeados al sol de media mañana,
que en algún rincón de la envoltura
con sus apagadas cortinas
continúan cegando mis extremidades
impidiendo un libre caminar.

Mi mente, cuerpo, alma
apartarán en intrépido esfuerzo
los nubosos y espesos tintes.
Traspasando ventanales
emprenderé el camino aireado
en busca de las abiertas cajas
para embriagarme en su contenido.