La sala común
Trece años tenía Cindy cuando conoció al Jhonatan, se enamoró perdidamente de este, hip hopero, llevaba puestos unos pantalones que desafiaban la ley de gravedad, se afirmaban a medio poto sin caerse.
Cindy pensaba en Jhonatan cuando se abría la puerta de la sala común del Hospital san José, varias mujeres mayores estaban junto a ella, la alentaban diciéndole que todo saldría bien.
Fue su primera vez, tan solo una vez y lo impensado, ahora esperaba el desenlace en esa sala.
Esperaba ver a su novio y no llegaba, tampoco su madre y menos su viejo, no la entendieron.
Quería presentar su novio a sus compañeras de sala.
Pasado el medio día el sol golpeó la ventana cercana a la cama de Cindy, le quitaba el frío que le producía la soledad, a ratos añoraba su oso de peluche que tenía en casa sobre su cama, alguna lágrima le rodaba por su mejilla, quería a su madre para que le acompañase, pero callaba.
Todo era desconocido y nadie aparecía, venían las molestias, gritaba, las enfermeras le calmaban, hasta que se la llevaron y el sol seguía bajando,.
A medida que el sol se fue apagando la niña fue pariendo un lindo niño, era ya noche cuando regresó a la sala, pero, ni su madre ni Jhonatan entraron por la puerta de la sala común del hospital san José |