Llueven flechas doradas de un sol amalgamado.
Pétalos elásticos manchados de nube, de viento ramal.
Se descree del presente y se vive en sueños kármicos de almidón con espejos.
Porque siempre vivimos con un pie puesto en ayer, y uno en el mañana.
Hoy siempre es un torbellino de injusticias programas por la ira de un dios loco.
Por la dura solemnidad de lo eterno, lo muerto y lo irremediable.
Encontrar lo vivo en lo transitorio.
El hoy en el hoy.
Quizás cueste mucho la vida de un abejorro, quizás hasta nos coma el mar.
Si llueve corro y me escondo, por las dudas que lo eterno me venga a devorar.
Llueven flechas doradas de un sol amalgamado.
Pétalos elásticos manchados de nube, de viento ramal.