El hombre prescinde ya cada vez más de su instinto animal para sobrevivir.
El bebé duerme un viaje hacia la probable postergación. Oh dulce bebé! Parece ser que el hombre libre olvidó tu devenir.
La revolución libera pero angustia
el conformismo tranquiliza pero sofoca
La ruptura que liberó al hombre y le hizo trascender trajo consigo un nuevo devenir. Una nueva causa de ser. Esta fue la determinación del hombre elegida por el hombre mismo. Pues el camino elegido de privilegio a la razón le llevó a elegir por él mismo su camino. El uso de la razón y el cuestionamiento de sí mismo se impusieron hacia un perfeccionamiento de las tecnologías fundamentado por el culto a lo científico.
Este es el discurso autoritario de hoy junto al de las telecomunicaciones y el mundo globalizado.
A su vez las telecomunicaciones y el mundo globalizado, conllevan hacia una pre determinación de lo virtual que va influir de todos modos en la cotidianidad de los seres de hoy. Es la sociedad virtual que va ser sembrada len a semilla de los hombres de mañana.
Este fue el camino elegido. La trascendencia del hombre desembocó en uno, liberado, moderno y científico. Este conjunto de revoluciones a lo largo del milenio trajo consigo muchos cambios. Pero, asimismo, la ansiedad de las sociedades se incrementó.
El predominio de la razón viene acompañado con la ansiedad y la angustia. Viene acompañado de un adormecimiento del instinto animal. El hombre racional, entonces, luce como uno, escéptico, arrogante, necio y propenso al automatismo, todas estas cualidades, causadas por sus impresionantes tecnologías. De ellas se deriva, también, el culto a la comodidad, al facilismo, al automatismo, en conclusión, paradójicamente, la razón lo lleva a lo impensante.
Las técnicas del hombre palolítico le permitieron crear la rueda para movilizarse, hoy, el automóvil, aportó comodidad a la masa gregaria. Pero casi nadie construye sus automóviles para sí, ni al menos, saber cómo estos funcionan. De igual modo pasa con los celulares cuya naturaleza tecnológica es justamente característica de la sociedad de hoy.
Se utilizan de un modo, autómata, intuitivo, impensante.
Son solamente dos ejemplos que bastan para ilustrar, a pequeña escala, lo que acontece en la gran sociedad virtual de hoy.
La sociedad virtual evoluciona junto a la tecnología que se hace más perfecta y le llena al hombre de cada vez mayor número de beneficios hacia su finalidad de búsqueda de comodidad y placer.
Es el mundo de lo hedonista, de lo supérfluo y de lo efímero. Una sociedad light y consumista.
El hombre prescinde ya cada vez más de su instinto animal para sobrevivir. Y mas bien se jacta de sí mismo, con una fuerte necedad.
Pero ... la voluntad es creadora aunque los hombres de hoy no recuerden nada de eso.
Y la soledad sigue siendo divina. Pues los dioses aunque lucen frustrados, defraudados y llorosos.. Siguen de pie! |