Levántate, despierta de tu absurdo ensueño, empieza tu carrera y corre. Tus lágrimas; quedarán en el viento. La angustia; te dejará en el camino. Levántate, no te detengas, el tiempo es tu enemigo; no se detendrá a esperarte. Despierta, princesa alada, que no te cautive el temor de emprender el vuelo.
Texto agregado el 19-10-2005, y leído por 126 visitantes. (0 votos)