En tu cuerpo pequeño encierras la infinitud del universo
La fuerza de las estrellas...
En ti reside la potencialidad del brillo absoluto
Y la oscuridad dela edad de los cometas viajeros...
Te ves tan fuerte cuando me miras a los ojos
Vibrando y meciéndote al copás de tus peces voladores,
Pero cuando me tomas un dedo con tu mano blanca
El espejo refleja mi fragilidad
Esa misma que se pierde en el eco de tus ojos perfilados
Prístino ser que alimentas mis días
Mientras tú te alimentas de mi cuerpo...
Hijo soy de mi hijo...
Texto agregado el 19-10-2005, y leído por 130
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