Mi madre fue lavandera, mi padre pastor de cabras
Yo un muchacho extrovertido que con los cuentos soñaba
Mi padre enojóse mucho y me arrebató los libros
"Son del diablo las palabras, con ellas no hay rumbo fijo"

Mi madre al cielo rezaba y asi me llamaba: "Hijo
Anda entierra las palabras y ayuda a escoger el trigo"
Calladito en el colegio, cuidadito con lo que hablas
Porque o terminas preso, en la iglesia o en las brasas

Las mujeres se te pegan por la fortuna que labras
¡Ay Diosito quién pudiera conquistarlas con palabras!
Igualito fue mi caso, asi me casé con Laura
Todos saben que una casa no se techa con palabras

Espero buena cosecha pues la plata no me alcanza
Y mis hijos no se llenan la barriga con palabras

Cómo va pasando el tiempo, cómo envejecen las cosas
Mi mujer en alabanzas; mis hijos, con sus esposas
Del mayor de mis retoños ha llegádome una carta
Con su letra derechita me habla de tierras extrañas

Me cuenta que allá es de día cuando aquí todos descansan
Quiero decirle mil cosas y hecho mano a las palabras
Pero no llega ninguna, ya van tres horas y nada
Y he tirado a la basura tantas hojas borroneadas

¡Ay, la palabra precisa qué escurridiza se vuelve!
mejor espero la noche a ver si me ayuda el duende
¡Ay, la memoria bendita qué antojadiza y volátil!
Si sólo es una cartita, y me parecía tan fácil...

Se hizo la luz en el pueblo, mi mujer que friega el piso
Pero la hoja sigue en blanco... mejor mando un regalito

¡Qué vergüenza!
Yo cambiando un reloj de oro por palabras para mi hijo
Más vale tarde que nunca: retiro todo lo dicho