Fin de Año Adolescente...(2)
La visión le parecía insuperable. Desde aquella "platea" podía ver con delicia el paisaje de suavidad, forma y tersura que solo podría ser complementado con el roze de sus manos.
Guardó silencio por un largo rato mientras observaba, él estaba allí sentado bajo el escritorio de la profesora mientras un grupo de sus compañeros la rodeaba por completo para distraerla, todos simulaban mirar atentos como calculaba los promedios de sus notas finales, ocultaban así a Felipe en su turno de observador. Este acto era ya casi un ritual de fin de año en el colegio, el mismo era muy bien organizado de tal forma que ningun varoncito del curso quedara sin apreciar las jovenes curvas y piernas de la Profesora Jefe.
Ell ambiente era el propio de la época pre-navideña, a través de las ventanas se escuchaban villancicos. Felipe seguía extasiado con la respiración agitada mientras el corazón latía fuerte retumbando en sus oídos, su boca estaba seca.
De pronto cae el llavero de la Maestra, Felipe cierra los ojos se prepara para lo peor, pensó hasta en la expulsión del colegio. La mano suave y de bien cuidadas uñas de la maestra recorría a tientas el suelo hasta que rozó la mano juvenil de Felipe que transpiraba, Felipe en ese momento pensó que todo era un sueño, un hermoso sueño del que pronto despertaría, así es que antes que así fuera, dejó las llaves sobre la palma de la mano de la diestra de Joven Profesora.
La mano de la señorita Alicia, de largos dedos se cerró casi envolviendo la mano del jovenzuelo prodigándole calor y suavidad,. al mismo tiempo cambiaba de pierna en su posición de “pierna encima”, el vestido amarillo se recogió un poco más sobre su muslo suave, terso y de hermoso contorno. La mano izquierda de Felipe rozó y...se posó sobre la pantorrilla de la "Profe", con sus dedos podía percibir el tibio mador que adornaba toda la pierna de ella. Su cuerpo se estremecía y respondía al impulso que hoy más que nunca le indicaba que era todo un hombre, La boca y todo su cuerpo se humedecía.
Sobre la cubierta del escritorio los alumnos, trataban de conversar con la profesora, algunos para distraerla y otros efectivamente para pedirle que les subiera la nota. Los villancicos seguían escuchándose...los labios de Felipe se posaban una y otra vez sobre el muslo de la Profe, lentamente y con suavidad, él ya sabía que se encontraba completamente descubierto, las ganas de Felipe ya llegaban hasta su punto cúlmine, cuando un certero puntapiés le llegó en la rodilla, era la advertencia inequívoca que el turno del siguiente había llegado...
Asi llegaba Felipe a su Fin de Año...
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