No me queda recinto
que no haya inquietado
el espectro de tu ser.
No descubro palabra
que no se suicide
sólo con tu nombre.
No encuentro un rincón
en el que no imagine
un espejismo de tu cuerpo.
No tengo más lugar
en ese error de lejanía
que volvió al amor suicida.
No descubro una versión
más anticipada de ausencia
que esa constelación de adioses.
¿Tendré que resignarme al hecho
de que el destino nos hace zancadillas,
y al tropezarnos se rie a carcajadas?
Texto agregado el 18-10-2005, y leído por 226
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
21-10-2005
Lo lamento, pero tengo que decirtelo. Definitivamente si. mariamorena
19-10-2005
Siempre he querido pensar que yo manejo mi propio destino, pero cierto es que éste a veces es indomable. 5*. joseskeptic
19-10-2005
Estupendo, ese amorcillo así medio en el aire ¿no?....esas ganas locas de estar sin poder; me encantó, me asujetó a releerte.***** LAPLUMA
19-10-2005
No le doy todas las cartas al destino, aúnque el margen tenga la superficie de la cabeza de un alfiler, allí hace equilibrio nuestr a libertad y ese simple-compeljo detalle cambia todas las cosas.
El "después de ..." tendrá diferentes resultados si se lo cocina con dolor o con ira. Con el dolor la resignación tiene mucha más chance.
Excelente poesía, de verdad.
Mis ***** Lancy
18-10-2005
Muy bello y cuanto sentimiento "suspendido" un saludo... Reflejo
(5 votos)