Aquella noche, confusa, en la q no te separabas de mi vista, yo observadote entre la oscuridad y una gran multitud de individuos hambrientos agitándose dentro de ese pequeño y profundo caos de sentimientos. Intentaba apartarme y darme cuenta d q aun estabas. Y sola en ese difuso y borroso lugar, hacia q te atrajera. De tal modo q pude cerrar mis ojos con euforia y sentí ese encanto, esa atracción hacia ese hombre , el mas hermoso, pero decir esto no es nada, el tenia algo, no sabría decir, pero... no era su boca, ni su voz, sino aquella forma y algo indefinible. Era eso lo q provocaba su encanto.
El amor me impele, y es el q me hace hablar, pero aquellas palabras q no lo dicen, seguramente no sabrán expresar lo q siento al pensarte; verte incita q viaje contigo a ese lugar inesperado, donde tu provocas tanto misterio.
Abro mis ojos y noto tu mirada distante q llena d felicidad, dice q yo aun existo.
Demás estaría decir q estoy enamorada, q te admiraba secretamente a aquel hombre q cambiaria mi vida, mi mundo.
Intentando demostrarte este Amor q siento pude con fuerza introducir mis manos en mi pecho, temblorosamente, y desesperada con mis dedos pegajosos x la sangre espumosa, arranque mi corazón y entonces extendí mis dos manos y dije:_ Es tuyo Martín , tómalo has con el lo q desees, pero recuerda... volveré x el cuando sobre tus manos se haya convertido en polvo.