Ver el dolor en la carne humana
y sentir la peste
habituada en cada sonido
desgarrador de las heridas
crudas del desmotivado
aliento que el perro a tu
lado te da.
Vacilo entre la lucidez
Rasguñado el aire que pasa por
el diafragma intentando mantener
mi cuerpo en vida.
Pero brota la secrecion pegajosa
en la idea de un NO.
He desplegado con mis propias
manos aquella piel ya negra
y mal holiente que cubre
el desnudo de mis musculos.
Que con contracciones van evaporando
el mal gusto de mi saliva cuando
trato decir lo siento.
Suplico...
Pero en realidad no se que?
Si la muerte a la muerte, o
vida a la muerte...
Solo guardo en mis bolsillos
rotos esta piel
que no me sirve para nada
solo para mantener el
alejado olor inexistnente
de mi lagrimas consumidas.
Vacilo en el abrazo sofocante
del desprecio de la compasion
por mi mente
mi cuerpo resiste
pero mi alma vomita.
Suplico...
Silencio.
Texto agregado el 17-10-2005, y leído por 213
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
26-10-2005
Cuando el dolor es muy grande nuestras palabras se convierten en delirio (delirium tremens). Postergación. Asco. Rechazo. Poesía no es sólo decir cosas agradables. También sabe un poema a qué huele una ulcerosa lágrima "consumida". azulada
24-10-2005
puerco, se oye puerco... si no te conociera, diria que tienes lepra, asi te sientes por dentro? todopoderoso
17-10-2005
te pasaste ...
bizarro por donde lo mires
saludos purpurinagirl
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login