Y todo terminó sin comenzar
como si nada hubiera sucedido,
con decepción amarga al saborear
la tristeza que hoy yo por ti vivo.
Y todo terminó ¿Quién lo pensara?
con un dejo de angustia en la mirada,
con un vacío infinito al comprobar
que no eres como yo te imaginaba.
Y todo terminó sin consecuencia
con la resignación de mi experiencia,
la misma decepción de mis primeros años,
cuando viví inexperto mi primer desengaño.
Y todo terminó como la brisa
que pasa por los campos verdorosos en flor,
como el fugaz aliento que me dio tu sonrisa,
al hablar de mis sueños por un mundo mejor.
Y todo terminó sin consecuencia,
aunque pasen mil años deseando tu presencia,
aunque pasen mil años y no te mire más
o aunque mis ojos tristes te vuelvan a mirar.