Uffffffffff.............
El frío me atormenta, me duelen los dedos, mi cara esta pálida y mi boca no hace mas que pronuciar vapor. Quedamos en vernos a las tres aquí en este parque, aunque sea bajo la nieve, es nuestro sitio especial. Aqui fue donde nos conocimos hace apenas dos meses, se supone que sea poco tiempo, pero parece que en nuestra relación el tiempo es solo un numero que mide el movimiento de la Tierra por el universo. En este pueblo no tienes amigos, solo yo soy tu acompañante en esta enorme ciudad. A veces me pregunto si estas conmigo porque añoras mi compañia o porque te molesta la soledad. Pero nada de eso son pensamientos serios, si acaso estuvieras conmigo porque te molesta la soledad, bueno, la verdad es que lo disimulas muy bien y tu felicidad es evidente cuando me abrazas en las noches. No sabía bailar y contigo aprendí. Se me quemaban hasta los huevos fritos y tu me enseñastes a comerlos de otra manera que no eran pasados por agua. Ahhhhh, el solo pensarte me lleva a un paraiso eterno.
¿Donde estas?, pasado ya un cuarto de las tres y mis ojos ya no pueden enfocar mas allá de dos metros, creo que la temperatura debe estar bajo cero. Los abrigos no son suficientes para el frío que entumece mi cuerpo y menos suficientes para el frío que congela mi alma minuto a minuto que no llegas. Me levanto de la banca y doy dos o tres vueltas a ver si las piernas dejan de dolerme tanto, miro a todos lados pero no te encuentro por ninguna parte. Comienzo a pensar en cosas malas que te pudieron pasar por el camino, siento como va muriendo poco a poco mi cuerpo con el solo hecho de pensar que te pierdo. No puedo esperar a verte para que me contestes la pregunte que te deje anoche y que no me pudistes contestar porque ibas tarde para tu practica de baile. Imagine toda la noche que no podías bailar por la sensación extraña que te provocaba mi pregunta. Con que sonrisa habrás dormido anoche?
Que frio tan aterrador, no puedo creer que no hayan cafeterias cercas para comprarme un cafe o un chocolate caliente, cualquier cosa que envie una señal a mi mente de que aun hay vida en este cuerpo helado. Una cafe, ahhhh si eso fue lo primero que te invite a tomar, un cafe. Nunca supe si te gusto aquel cafe, me envolví tanto en otras cosas en la conversación que nunca te pregunte si te gusto el cafe. De todas maneras que importa si te gusto o no, no lo habia preparado yo, de todas maneras te quedastes conmigo esa noche. Aunque no fuistes tu quien se quedo especificamente, sino que fui yo quien sin tu permiso subi corriendo a tu apartamento. Tres segundos frente a tu puerta pense si tocar pero al fin me decidí. Lo que siguio jamas me lo hubiera imaginado. Aquel halón tuyo por mi camisa fue como si hubieses halado mi alma y la hubieses tomado para ti. Me enamore desde el primer momento en que te ví. Amor a primera vista no pudo haber sido. Esto que llevo aquí adentro no puede ser amor, es más bien una necesidad eterna que siempre tendre de tu aliento, de tus ojos, de tu aroma, de tu piel y hasta del frío de tus pies al amanecer.
Anoche no pudo ser nuestro ultimo adios, nooo!, la vida no me puede tratar asi. Y en este "no" el vapor se hace mas intenso al salir de mi boca. No podría vivir sin saber que regresarás. Media hora pasadas las tres, ya siento mis lágrimas queriendose asomar, no concibo explicación para tu tardanza. Me vuelvo a sentar ahora en la banca de al frente, siento mis nalgas congelarse al sentarme. No puedo ni sacar las manos del bolsillo del abrigo. La nieve sigue cayendo y no aguanto mas, tengo que llevarme las manos a la cara, sacudirmela para ver si puedo enfocar mas distancia. Siento el aire como bala que traspasa mi cuerpo, siento que voy a morir, sí!, ya estoy visitando el infierno...
ahhhhhhhh, pero hoy, hoy no, ahí estás... llegastes
tarde pero seguro, aquí estas, a mi lado...
ahora sonrio y siento como se derrite toda la nieve y recuerdo, en Puerto Rico no cae nieve... |