guerrera

Si...

Si caminar por la cornisa del viento
me diera la seguridad de ser un pájaro,
si traer desde lejos mis razones
me hiciera recuperar la alegría,
si rezar trescientos padrenuestros
me convirtiera en un hoja de la biblia,
si olvidar todas mis convicciones
hiciera que mi frente siga erguida,
si despejar el frente de batalla
hiciera que mi lucha no decaiga,
si despertar sonriendo en la mañana
me asegurara una noche sin nostalgia,
si acomodar mi cuerpo en la ventana
hiciera que se acorten las distancias...

Si desde lejos viera tu sonrisa
o por los menos el brillo de tus lágrimas,
si desde lejos pudiera abrazarte
como te abrazo en los pliegues de mis sábanas,
si desde lejos besara tus mejillas
como beso el recuerdo de tu cara,
si desde lejos te abrigara con mi cuerpo
como te abrigo con un verbo en mi almohada,
si desde lejos te ofrendara con mi sangre
lo que escribí más de una vez con esta tinta...

Entonces formaría con mis huesos
con mi sangre, con mi piel, con mi saliva,
un túnel que te traiga hasta mis brazos
hasta mi puerta, hasta mi alma, hasta mi vida.

espartako

Blues de medianoche.

Aquellos acordes, emanados de cuerdas de guitarra,
nos transportaban extremadamente lejos,
eclipsando los sonidos, de los demás instrumentos,
el saxo, el contrabajo,
la tabla de lavar, el xilofón.

Aquel intempestivo fraseo bluesero,
nos cobijaba en un sitio remoto,
donde contra el maldito amo,
se revelaba la sufriente esclavitud.

Más acá de los acordes,
ese látigo mal parido,
golpeteaba y marcaba las indefensas espaldas,
de los sujetados e indefensos cuerpos doloridos.

El viejo Tom,
seguía entonando con esa ronca voz de midnight,
seduciendo esa luz de luna,
danzante impávida del cielo estrellado:

Desde lejos vienen cabalgando los jinetes de la justicia.
Desde lejos vienen cabalgando aquellos jinetes,
de la ansiada justicia.
Oh, pero tal vez, a este viejo y negro tío,
no le alcance el tiempo para poderlos ver