Maestro del Tiempo
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A Cronos no se le gana una partida.
Volveré a casa después del trabajo. Será noche, de nuevo. Como siempre, dejar el negocio antes de que oscurezca, será una utopía: “Tal vez un día de éstos” – me he dicho siempre a manera de consuelo.
Una pobre ensalada, cualquier cosa que mate el hambre. Una vez más, harto de la publicidad estupidizante de la radio, pondré un disco, tal vez el mismo de siempre: lo que sea que ayude a pensar y cerrar mi día al menos con una meditación…
Un postre, un flan, una gelatina. Estos envases sólo rinden cinco bocados: cuatro y cinco, terminado… mientras disfrutaré del sonido que hace la cuchara al raspar el molde plástico finalizará la canción y pensaré que el tiempo jamás es suficiente. Esta ocasión, algo cambiará: escucharé el reloj de pared que marca los segundos. Tic- tic- tic… ahhh, si pudiéra detener el tiempo…y de pronto, silencio absoluto
Nada se escuchará: la reproductora de CD se congelará, el segundero se detendrá en el veintiuno, todo quedará inerte; el árbol, afuera, dejará de moverse al ritmo del viento. No escucharé el ruido de los autos, la taza que involuntariamente empujaré en mi asombro flotará a sesenta centímetros del suelo…
Y sin embargo, mi cerebro continuará activo, seguiré pensando, veré, sentiré el entumecimiento de mis manos, sabré que canción será la siguiente pero el reloj no avanzará: habré logrado detener el tiempo.
Pero el precio habrá sido demasiado alto: mi rostro habrá alcanzado a girar para observar el cronómetro pero será imposible moverme. La taza continuará en el espacio de flotación, seré el Maestro del Tiempo, lo controlaré.
¿Lograré dominarlo? Tal vez el día, o mi vida, desfilen en mi mente a una velocidad vertiginosa.
El momento llegará en que no pueda más: un sudor frío recorrerá mi espalda; seré incapaz de soportar la intemporalidad… hasta el lapso en que retumbará el tic de la aguja que se traslada al segundo veintidós: soplará el viento, caerá la taza y yo con ella.
Inerte y vencido me preguntaré mientras transito al mundo de los muertos: -¿Por cuánto tiempo, tiempo?-
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