Un buen dia me vi morir. Llevaba en cama un tiempo por aquella maldita enfermedad que ningun doctor supo diagnosticar. Mi cuerpo entonces decidio dejar de darme mas avisos y expulsarme definitivamente. “Ahora cada uno por su cuenta” crei entenderle.
Asi que esto es la muerte? Me esperaba otra cosa...una resplandeciente luz que me llevase directamente al cielo, o quizas mas bien una impenetrable oscuridad que me arrastrase hacia el averno. Pero ningun artificio, nada de eso ocurrio, yo seguia alli, viendo ahora con claridad las consecuencias de aquella enfermedad. Mi cuerpo estaba demacrado, su piel amarillenta, ojeras negruzcas...si, estaba claro, conmigo dentro lucia muchisimo mejor.
Intente volver a entrar pero no lo conseguia...quizas al tercer dia, me dije a mi mismo. Pero tal dia no existio. Mis familiares, “aconsejados” por algunos matasenos, se vieron obligados a incinerarme en vez de darme sepultura...para evitar una posible epidemia decian...y mis esperanzas que? Yo iba a volver como muy tarde 2 dias despues, lo tenia claro, no podian esperar un poco? Cuanta impaciencia...me queje, suplique, grite, pero no servia de nada...todos me ignoraban.
Pasaron los dias y el panorama no cambiaba, bueno si, las malas caras seguían, pero los llantos ya no eran tan intensos ni tan copiosos. Igual estaban molestos conmigo por haberme muerto, por eso no me dirigían la palabra ni querian escucharme...es que ni siquiera se dignaban a mirarme. No lo comprendia, yo seguia alli con ellos, se deberían enfadar con mi cuerpo...aunque...le echaron a las llamas impunemente, no?
Decidi entonces darles un tiempo para que reflexionasen mientras yo me iba de viaje, a ver si asi se les pasaba. Ahora me sentia mucho mas libre que cuando vivia. Desde el dia de mi cambio habia ido descubriendo habilidades que antes no tenia, como por ejemplo flotar en el aire, traspasar objetos o respirar bajo el agua. Tampoco necesitaba comber ni beber, es mas, ni siquiera podia, ni dormir...sin parpados cualquier pequeña luz molestaba un poco, pero me fui acostumbrando. Pasaban los meses y la gente seguia ignorandome, pero que importaba? Tenia muchas cosas por hacer, todo cuanto quisiese.
Pasaron varios años antes de volver a casa. Habia visto infinidad de gente, lugares, cosas...pero cada vez me parecia todo mas aburrido, necesitaba como fuese contarle a alguien todo lo que habia pasado por delante de mis ojos, o lo que tuviese ahora, pero era imposible...para los sentidos de los demas yo no existia. Lo unico que me reconfortaba era ver a mi familia y estar alli con ellos, aunque no lo supisiesen, asi que como ya he dicho regrese a casa.
Alli con ellos tuve mucho tiempo para pensar y dar vueltas a las cosas. Me planteaba preguntas que, aun sabiendo tanto como sabia ahora, no tenian respuesta. En mis viajes no me habia encontrado con nadie como yo...seria el unico en esa situacion? Porque yo? Para pagar por mis pecados? Necesitaba hacer algo para salir de aqui?...o quizas no era el unico...quizas estabamos rodeados de almas en pena como yo, invisibles e intangibles para los vivos, y tambien entre nosotras...aquellas ideas me aterraban, pero dia tras dia me martirizaba una y otra vez.
Lentos pero implacables iban pasando los años. Yo seguia alli, conviviendo en extraña manera con mis familiares...pero al igual que los años iban desapareciendo ellos tambien, dejando paso a las nuevas generaciones. La soledad que sentia era el summun de las soledades, tantos años sin poder comunicarme de ninguna manera con nadie aun estando tan cerca, viendo como mis seres queridos se alejaban de mi, y como sus descendientes, a los que yo si conocia , olvidaban y seguramente si tuviese la posibilidad de mostrarme ante ellos no sabrían quien era yo.
Otra vez decidi irme de viaje, pero ahora sin animo de volver algun dia. Desde entonces y hasta este preciso instante he estado vagando sin rumbo. Hace unos segundos he notado algo diferente a todo cuanto habia conocido, una fuerza me llamaba y me llevaba hasta este chico. No se como ni porque, pero me he introducido en sus sueños y he conseguido dejarle todos mis recuerdos en vida y no-vida.
Por fin. Ya conozco las respuestas a mis preguntas. Ya he cumplido mi cometido. Ya he conseguido contar mi historia a alguien, algo imposible desde el dia de mi muerte, aquel 23 de Noviembre de 1782. Por fin, por fin puedo desaparecer en paz.
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