Como contener la espera desesperada de mi corazón, la angustia insistente que toca mi puerta en las noches solitarias, donde la nostalgia de tu alma se apodera de mi ser completamente.

Cada instante, pensamiento y suspiro es por tu existencia, tan absorta y liviana, como el aire tibio que exhala tu cuerpo y que humanamente me destroza y maneja a su antojo.

En mis sueños me dejo seducir por tu voz constante y segura, deseo tus caricias inhertes que viajan en el volar de mi tiempo, a pesar de tu lejanía y nublada verdad.

Es tan solitaria la espera, que no puedo creer que aún tenga fuerzas para enfrentar los siglos que deben desvanecer, para, finalmente tener la dicha de abrazar tu vida y estrecharla fuertemente y
nunca dejarla marchar.

No desesperes, que aquí estaré, sentada bajo la sombra del árbol de mi vida, esperando ver tu imagen reflejada en mi mirar.