Mientras pasan los días y me envuelvo en los diarios quehaceres que manejan la mayor parte de mi vida (y digo manejan, porque algunos son obligaciones que se deben cumplir si o si), me puse a pensar en el significado de la amistad. Claro estoy refiriéndome a la amistad incondicional y verdadera (la que todos deseamos tener en nuestras vidas), la que está en las buenas y en las malas, la que no mira tu condición económica y social, la que traspasa las barreras del tiempo y la distancia, la que... y una lista de frases típicas que todos nombramos al referirnos a la amistad. Yo, por mi parte analizo: ¿quiénes son mis verdaderos amigos y amigas? ¿cómo me doy cuenta que estoy frente a un verdadera amistad? ¿qué esperan de mí aquellas personas que me consideran amiga? Son preguntas que obtienen sus respuetas mediante la experiencia. Si, la querida y nunca bien ponderada "experiencia". Y me pongo a pensar... y hago un repaso de mis amistades, pero no llego solamente hasta ahí... mmmm... porque nuevamente me pregunto: ¿cuál es la diferencia entre amigos y amistades? Por supuesto que hay diferencias, de que las hay las hay; pero cuáles... mmmm... vuelvo al punto de partida... la amistad.

La amistad se valora por muchas cosas: el tiempo, la confianza, la incodicionalidad, el apoyo, lealtad, honestidad y una serie de calificativos, pero yo no voy a caer en las definiciones y explicaciones teóricas del asunto, no señor, podría estar divagando en los mares de la retórica por muchos párrafos, pero no. Creo que seré mucho más práctica: el ejemplo es la mejor explicación de las cosas.

Resulta que no tengo solamente un ejemplo, voy a graficar qué es para mi la amistad a través de varias experiencias (la nunca querida y bien ... bla bla bla nuevamente).

Creo que la verdadera amistad la conocí ya de grande, estaba terminando la enseñanza media e iniciando mis estudios en la universidad... hace muuuuuuucho tiempo (ja, no tanto), bueno tres de mis buenas amigas me demostraron que no estaba sola cuando llegó a mi vida mi primera hija, y me acompañaron en esa hermosa etapa de mi vida, y estuvieron junto a mí en los momentos buenos y en los no tan buenos (una que se pone sensible y que llora por todo cuando espera). Ellas son Lizette, Marcela y Goighet; no me alcanza el tiempo para darles las gracias. Hace cinco años conocí a una amiga divertidisima, Perla y aunque es un poco menor que yo, complementamos esa diferencia a la perfección, hemos reído y llorado juntas, y hemos tenido experiencias inolvidables, y siempre, siempre se ha preocupado por mí, es genial.

A veces la amistad se aleja por cuestiones que no viene al caso nombrar en este momento, pero vuelve, claro que vuelve, es el caso de mi amiga Goighet, la que volvió nuevamente a mi mundo al año recién pasado, según ella volvió para limar asperezas y para aclarar que de puras tontas nos habíamos alejados; como ella dice: es mi cable a tierra, mi conexión con la realidad bien real de esta vida. No se qué haría sin su metalenguaje que sólo yo entiendo y que me mantiene en este mundo terrenal.

Tengo una amiguita, le digo así porque es bastante menor que yo (no porque disminuya su importancia, que quede claro); ella está al otro lado de la cordillera, es lo más dulce y tierna que puede ser conmigo, y la extraño mucho cuando no hablo con ella, pero hay algo que agregar, es a través la tecnología y el interntet que nos hablamos, nunca nos hemos visto en persona, tampoco hemos escuchados nuestras voces, pero ella, Paz, Pucky para las amigas, es excepcional, y como ella otra no hay.

Eso es para mí amistad, simple, es unión, diversión y camaradería, como la de los tres mosqueteros, "uno para todos y todos para uno", y la amistad siempre perdura en el tiempo, porque así ha sido para mí.