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Primer cuadro: Todo oscuro. Inmediatamente se ve la cara de un hombre de unos treinta y tres o treinta cuatro años, que aparentemente está sacando cosas de una bolsa. Este hombre habla y dice:

-Amor mío, tú nada más relájate. Aah!, tú no dices nada, solamente guarda silencio y disfruta de este momento. AAAh!! Eso es, así mi vida, que nunca creí iba a suceder esto, el tenerte para mí solito. Espera un momento no te desesperes y deja pongo una canción linda para los dos. Me gusta como sonríes, ya se que esa canción también te gusta a ti. Siempre te veía en clase y no tienes ni idea de cómo estaba loco por ti. Desde el primer día que te ví entrar al salón me enamore de ti. Pero tranquís, no tenemos prisa, no al menos hoy, que es tú día. Humm!!!, que ahora sí vas a saber lo que es bueno, mi vida, por qué sí puedo llamarte así verdad bomboncito. Despacio quítame la ropa. Nooo!, deja que yo te quite todo. AAAAAH!! AAAAAH!!! AAAAAH!!!

Posteriormente se oyen unos gemidos, aparentemente del hombre al que ya le hemos visto su cara anteriormente. Se va incrementando la intensidad de los gemidos. Hasta este momento tenemos únicamente la perspectiva de la cámara que se encuentra dentro de una bolsa y sólo se ve el techo de una habitación. Continua la relación sexual alrededor de unos cuantos minutos, hasta que se aumenta la intensidad del acto sexual, dejando ver por los gemidos que ya son estruendosos, que las dos personas están teniendo algún tipo de relación sadomasoquista. Se escucha que uno de los dos está disfrutando mucho. Llega un momento en que sólo se escucha el gemido de uno de los dos con mayor fuerza, al parecer es el gemido del hombre, y éste está teniendo un orgasmo increíble, ya en estos momentos sólo se escucha el placer del hombre. Pasan unos tres minutos de calma y de pronto se escucha que uno de los dos se levanta de la cama y se está vistiendo. se mueve la bolsa con la cámara dentro, posteriormente el hombre saca la cámara y al parecer la coloca en una repisa o un tocador y comienza a hablarle a la cámara. Solamente se vera el rostro del hombre y atrás se distinguirá una cabecera de una cama. El hombre se para y mueve cosas, y quita la música y pone otro disco con música más tranquila, que puede ser de Mozart o Vivaldi. Y dice lo siguiente:

Sabías que la primera vez que hice el amor, estaba escuchando la anterior canción. No te lo había dicho verdad? Fue fenomenal, increíble, hasta ese momento no tenía ni la más remota idea de lo mucho que podía disfrutar con alguien del sexo. Además a esa chica la amaba muchísimo. Fue mi primer gran amor. Era muy linda conmigo, sobre todo en un momento de mi vida donde no sabía aún lo que quería. De verdad es algo que para mí todavía “ahora” me sigue pareciendo lindo. Por que lo habíamos planeado todo de una manera muy “romántica”, sí ya sabes, un amigo me presto su departamento y la lleve allí, ya había preparado el lugar. Con velas, incienso, vino, música y toda la cosa. De película. Además he de agradecerle a mi amigo que mi primera vez fue en una cama con sabanas limpias y perfumadas, y no en un bodrio de cama que pretende ser esa en la que estas tan placidamente. Yo estaba un poco nervioso, pues no sabía que iba a suceder, ni que era lo que tenía que hacer, pero ella empezó a tomar la iniciativa, con eso de que habíamos tomado un poco de vino, ella estaba más relajada y mucho más desinhibida, es decir, más abierta. Yo poco a poco me relaje y tome confianza. Primero ella se desnudo, y yo me quede contemplándola. De verdad que era muy bella, tenía unos senos hermosos, unas caderas muy pronunciadas y un vientre como el de la Venus de Milo. Ya para esos momentos yo tenía una erección impresionante y me estorbaba adentro de mi pantalón. Cuando le ví su sexo sentí como si le estuviera viendo el alma. Y me imagine que era clara como el bello de su vientre. De verdad que la quería mucho. Sus piernas eran largas, muy largas; y muy blancas. Fue lo primero que le acaricié, las piernas, ella me quito la camisa me apretó contra su vientre y yo se lo besé, sabía a néctar de frutas ácidas y olía a sudor con fluidos vaginales, pero muy dulcemente. Ella estaba excitadísima y se contorsionó entre mis labios y mis manos. Me levantó y se arrodilló para desabrocharme el pantalón y sacarme mejor mi pene, que besó y acaricio como si fuera un animalito muy pequeño y muy frágil. Fue cuando experimente un placer increíble, pensé que no me contendría y terminaría ahí mismo en su boca. Pero no, ella supo detenerse muy a tiempo y me recostó en la cama se me subió y tomo mi miembro con su mano y lo introdujo en su vagina, yo sentí un poco de molestia, pero con eso de la excitación no me percate de nada. Bueno ya sabes duele un poco. Claro a los “hombres” también nos duele. Por ejemplo, a mí se me rompió el prepucio, fue horrible, hasta el ir a orinar al baño, hacía que me doliera. Era un ardor horrendo. Pero estaba tan sofocado después de tener mi primera eyaculación, que no me di cuenta de que estaba roto mi pellejito, sino hasta que note que entre mis piernas había sangre. Primero me emocione un poco por que creí que era del himen de ella, ya sabes, era muy machista en ese entonces, y sí me importaba la virginidad y todas esas pendejadas. Pero deja te sigo contando. Le pregunte que si era su sangre y ella me respondió que no. -Después me confesó que ella ya no era quinto, para cuando se acostó conmigo-. Entonces me quise revisar y fue cuando empecé a sentir un ardor, En mi pene y eso hizo que me diera un escalofrío en todo mi cuerpo. Al instante me imagine un montón de cosas, desde que ya no volvería a tener relaciones sexuales con ninguna mujer más, hasta que se me iba a caer mi pajarito. Pero afortunadamente ella me tranquilizó, me consoló y me explico que eso era muy normal la primera vez, que en unos días me iba a cicatrizar y entonces ya iba a poder disfrutar del sexo con ella. He de confesar que primero me dio pena pero luego, ya más tranquilo fui al baño me lave y me puse mi ropa. En unos segundos había pasado de un estado de éxtasis, a otro donde un coraje y una ira incontenible me obligo a salir del baño y golpearla a ella hasta casi dejarla inconsciente, experimente un extraño placer que me revolvió el estomago e hizo que me excitará aún más que unos minutos antes. Pasado ese momento de éxtasis reflexione acerca de lo que había hecho y la tomé entre mis brazos y la acaricie ella se puso como loca, pero de esas que están idas, viajadas después de un buen pasón. Me decía que quería ver a su mamá, tenía la mirada perdida en algún punto del techo. Yo le di un poco de vino y por fin pude tranquilizarla, le jure que no la volvería a tocar, ella me juró a su vez que no le diría nada a nadie, cosa que no cumplió pues inmediatamente fue con su padre y le dijo todo. Eso me costo unos días en la delegación hasta que mi padre logró sacarme. Mi papá y mi mamá hablaron conmigo y dijeron que necesitaba ayuda de un buen psiquiatra, esto recomendado por el juez, que convenció a mis padres de que mi actitud era indicio de algún tipo de locura. Fue así que estuve tomando una terapia algo más de dos años. Ahí fue donde supe de mi “problema” como le decía el doctor. Yo para esos momentos engañaba a mi familia y al doctor diciéndoles que estaba mucho mejor y me sentía de igual forma. Por lo mientras tuve mi primera “gran experiencia” y desde entonces busco incrementar cada día más mi placer. Por ejemplo contigo es la segunda vez que tengo un orgasmo post-coito y creo que todavía lo puedo mejorar. Después de ella no ha habido otro amor en mi vida y sí, una enorme necesidad de satisfacer ese coraje y esa ira incontrolables como la que hoy sí pude controlar contigo, después de tener un orgasmo. Como te lo dije está es la segunda vez que me pasa y no sabes lo feliz que me siento de saber que sí puedo controlar eso y a su vez disfrutarlo muchísimo. Oye por cierto me tengo que ir si quieres tú te puedes quedar a dormir un poco, ah pero eso sí mañana no te dejo entrar a la clase si no me llevas el reporte terminado, tal y como le paso a Gabriel. Sí, por que lo que son tú y él son unos flojonasos, nunca traen nada de tarea, creen que por su linda cara no les voy a decir nada, pues no o llegas con la tarea o ya no te dejo entrar a clase, tú sabes si te atienes a las consecuencias. Pero no te preocupes amor, que eso tal ves ya no te importe mucho después de lo de hoy. Bueno, nos vemos y cuidadito de no llegar con la tarea. Adios. Se apaga la música.

Él agarra la cámara y empieza a tomar la habitación que evidentemente es un cuarto de hotel, la cama está desarreglada y hace un pequeño zoom a un lado de la cama, donde se ve el cuerpo de un chico de 17 ó 18 años blanco y con un cuerpo muy atlético. Termina de filmar la habitación y al parecer apaga la cámara, pues se ve su cara y una sonrisa de niño que acaba de cometer una travesura. La cámara se mueve mucho y se distorsiona un poco la imagen. Finalmente no se ve nada, todo está oscuro.

Texto agregado el 14-10-2005, y leído por 128 visitantes. (0 votos)


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