Estaba yo ahí parada, frente a vos, sintiendo tus delicadas caricias que te ayudaba a maniobrar, escuchando una a una tus historias que se hacían cada vez más difíciles de oir.
Siendo ese momento un instante interminable me acerqué, mirandote fijamemente comencé a desvestirte, primero con mis ojos, luego lo hice con mis manos, con mi cuerpo, con el tuyo, con mi pausada respiración incrementandose de a poco, haciendose en cada caricia más rápida, haciendose con cada mirada más hablada, tus manos seguían recorriendo y conociendo mi cuerpo, seguían provocando aquello que, aún hoy en día, siguen haciendo, a lo que mis latidos dan respuesta.
Sigues mirandome así… no te vayas, quedate aca, juntos, tu cuerpo y el mío, provocandonos mutuamente.
Y de repente me preguntas que es lo que siento, y mi respuesta es mi deseo, el tuyo, el nuestro, de estar aca, mirandonos el uno al otro, contemplandonos y escuchandonos, y ahora estas a mi lado besandome y acariciandome diciendome al oído lo bien que lo estas pasando, en fin, un instante, un eterno momento que no quiero que termine… quiero que perdure...¿donde estas?