SALPICAR POESÍA
Sólo pido verte,
oler por un segundo tu mirada,
tu melancolía, tu absorta lejanía;
¿qué no daría por ser tuya
una primera y última vez,
volverme mirada eterna
en tus pálidos ojos,
en tu gastada cara,
en tu cuerpo ardiente?
No pido ser tu diosa,
pues ya te rezo como si la vida
la debiera a tu silencio,
a tu armonía escondida,
a tus labios profanos:
apuñalados por el silencio.
Si fuera tuya,
si dejaras escapar
el tiempo de tu ternura,
el destino de tu bolsillo;
si supieras que existo,
que he rebasado
los límites de la obsesión,
de la locura, del amor…
Escapemos al mundo raro de la entrega,
donde sobran los motivos,
donde las letras salpican poesía,
donde el mundo ya no es mundo,
donde mi poema eres tú.
Sh@kkti-dukkh@ |