Con el tic tac de este reloj que con los segundos es más eterno, con el sonido del maldito segundero en su lenta marcha por el mal, pienso en vos, en tus ojos, en la melancolía, la muerte y las almas que yacen condenadas al desamor…
Estás ahí, lo sé, te he visto recorrer antes este camino que detesto…. Estás en la callada noche sentada leyendo un libro, estás en la miserable tiniebla de mi alma atormentándome y haciéndome sentir más impotente…
Tus ojos recorren mi mirada de pies a cabeza, tus ojos solo cuentan esa bella historia de amor del pasado y sienten como al final, en el último segundo de existencia su don se esfuma en ese fatídico aire que algunos llaman el final, el último suspiro, “el momento de pagar las cuentas pendientes con el redentor”…
Escuchas algo, enciendes las luces y miras a tu alrededor, a tus ídolos de la pared, a tus osos de peluche que con ojos rojizos te atemorizan… se ríen de ti, se burlan despiadadamente y tu… siendo mas cauta de lo que pensaba, agarras tu cartera y arrojas el único recuerdo que tenías de mí…
Ahora ya no te observo… ahora me da igual la vida y la muerte…