Princesa de Cristal

Princesa de Cristal
¿Qué se apodera de ti
cuando palideces y te alejas de mi?
En tu rostro, mis miedos se deslizan,
las emociones te rozan,
pero no logran alcanzarte.
Y se nublan tus ojos de un brillo extraño,
puedo ver entonces que tus miedos
son aún mayores de lo que temía.
Y como oscuras lagrimas en ti se anidan.
Te abrazan el alma y te alejan de mí.
O quizás te alejas para no herirme con tu dolor.
Princesa de Cristal
¿Qué se apodera de ti?
Deja que te vea reír o llorar.
Deja que tu rostro me pueda lastimar.
Y cuando ese brillo extraño logre apagar,
abrazaré tu alma lejos por un instante del dolor.
Desde tu imperfecto egoísmo
enmudeciste entre sombras
y no dejaste drenar el veneno de tu corazón.
Déjalo correr,
deja que me bañe.
Solo ésta vez no llenes tu rostro de calma
si en tus ojos dejas ver la tempestad.
Solo ésta vez, no pongas sobre el papel
lo que quisieras gritar.
Solo ésta vez intenta lastimarme
que sin querer hacerlo me hieres más.