Inicio / Cuenteros Locales / Soli / Maldita
Maldita sea la que me hablaba a mí, usualmente cuando me miran a los ojos le hablan a otro, y eso lo disfruto una barbaridad, me da la oportunidad de sentir la risa por dentro.
Tuve que generarle escorpiones en sus sueños. Para colmo se los quedó... y los nombró sus guardianes.
La busqué, juro por Dios que la busqué ("y es que a mí nadie me roba") y por más que la buscaba, en mi intento hacía todo lo posible por no hallarla nunca jamás
Seguí las instrucciones, juro por Dios que las seguí y cada vez que yo era algo resultaba que tampoco era eso...
Y fué tan arrecho, men, el punto al que llegué, que dependiendo de mis gestos hacía o no hacía llover. Y fué tan arrecho, men, que fuí capaz de convertirme en muchos otros y sólamente así y bajo esas condiciones es que en cuerpo la amé, pero no fué jamás a ella a quién yo toqué.
Maldito sea yo también, así como soy capaz de convertir mi cuerpo en el envase del demonio que la desea, así es capaz de convertir ella el cuerpo de otras mujeres en un envase para ella.
Maldito sea yo: me gustan mis pasos lentos...
"¡Aquí voy Constantinopla, aquí voy - tengo que llegar hasta allá, allá voy Constantinopla - Allá voy - Allí voy Constantinopla... aquí voy!"
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Texto agregado el 11-10-2005, y leído por 149
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