LLegan los nombres lejanos con el viento que sacude las hojas.

Caen una, caen dos, caen tres estrellas.

Un chico sale de su casa en Caracas, buscando drogas. Pide dinero para pasajes, se le hunden los ojos y siento esa punzada del espíritu herido que me habla - "Que Lilith te proteja" - le susurro.

El bajón llega de un solo golpe, es como cambiar un disco de lado, se hunde el estómago y lo que conforma nuestro contorno se transforma en otra cosa: aparecen las formas del lado izquierdo, el mundo de los sueños se yuxtapone a esta realidad, y no deseamos perder el nuevo estado en el que somos con.

Lilith los protege (Lilith nos protege).

Como un ave de rapiña que observa desde el cielo.