Siente el espíritu que vuela, se cansa, se detiene en todas las cosas e impregna. Observa con ojos curiosos el mundo que llamamos cotidiano, elige presas, siente simpatías, mueve la cabeza de un lado al otro.

Caracas, la noche engendra lo que el sol ha dado durante el día, sale de la tierra, trepa por los postes, carga la atmósfera de un aire indefinido... parada de autobus.

Los pulmones se inflaman de haber absorbido la atmósfera reinante, se electrifica el cuerpo. la mente da vueltas como un átomo creador, se traspasa a otro mundo..., sangran los árboles, las nubes predicen.

En Caracas, durante la noche, cuando la energía está realmente mala, es porque se acerca Uno.