Anoche soñe que me moría.No se cómo ni porqué, sólo se que me moría y mi alma vagaba por la tierra, sola y atormentada, sin saber que hacer ni a donde ir.
Cuando mi alma se separó de mi cuerpo nadie acudió a ayudarme, no había ninguna luz blanca a la que seguir, ni ángeles ni demonios, nadie, simplemente me había muerto y estaba sola.
Y sentí un gran vacio, no sentí dolor ni pena, sólo un vacio inmenso e inimaginable y soledad, mucha soledad porque al fin y al cabo eso es la muerte, vacio y soledad.
Estaba totalmente desconcertada, no sabía cuales debían ser mis siguientes pasos asi que, desesperada, me senté y comencé a llorar pero nadie vino.
Necesitaba respuestas y allí no había nadie que pudiera proporcionarmelas, pensé en mis seres queridos, y, como por arte de magia, todo comenzó a dar a vueltas y sentí que estaba moviéndome, parecía que estaba volando, rodeada por la niebla, y cuando ésta se disipó vi un bello lugar,una colina con frondosos árboles y una vegetación muy bien cuidada,en el que tan sólo se oía el rumor de un arroyo cercano y el canto de los pájaros.
No tardé mucho en comprobar que aquel lugar tan idílico era un cementerio que, poco a poco, fue poblándose de rostros muy familiares para mi, mis padres, mi hermano,mis amigos...
Nunca creí que mi muerte pudiera congregar a tanta gente y, en cierto modo, me sentí feliz al ver que tanta gente me quería, pero ese fugaz instante de felicidad se evaporó al ver las expresiones de sufrimiento en las caras de la gente, intenté tocarles pero no lo conseguí, intenté gritar para llamar su atención pero todo fue inútil, yo era un ser totalmente etéreo, un fantasma, quizá, o, más bien, un alma en pena.
Mi desesperación iba en aumento, creía que allí encontraría alguna indicación de cuales debían ser mis siguientes pasos pero lo único que conseguí fue una enorme tristeza, que unido al vacio y la soledad que sentía me hicieron plantearme seriamente mi situación,porque si estaba muerta y la muerte significa el fin,¿cómo es posible que tuviera tantos y tan diversos sentimientos?
Entonces comprendí una verdad casi universal, la muerte no es el fin, y no lo es ni lo será mientras alguien nos recuerde, porque eso es lo que da sentido a nuestra vida, los recuerdos, que nos acompañan durante toda nuestra existencia haciendo que tengamos esperanza en el futuro, por eso yo, aún muerta, seguía estando viva.
De nuevo, otra vez, todo a mi alrededor se nubló y volví a sentir que volaba pero esta vez todo era distinto porque sabía que iba a un sitio mejor y en ese momento me desperté, feliz por estar viva y con un pensamiento en mi cabeza: la muerte no es el final
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