El Sol ya se ha ocultado, y las lluvias han llegado acarreando con ellas mis dudas y emociones. En estas frías mañanas, el cobijo de tus brazos necesito, el calor de tus manos extraño tus cálidas manos deseo y el amor de tu corazón anhelo. Y así como los árboles sin hojas han quedado, nuestro amor ha varado, pero como cada quien espera un nuevo sol yo te espero a ti mi nuevo amor.
Texto agregado el 10-10-2005, y leído por 306 visitantes. (5 votos)