Inicio / Cuenteros Locales / sendero / El rincón del fauno*
Ella se bañaba con agua extremadamente caliente y el ángel de la guarda, por cuidar su plumaje se quedaba afuera, pendiente de ella. El vapor que envolvía al baño ocultaba al fauno, que con caricias precisas la hacía sacar intensos gimoteos mientras columpiaba la cadera llenando su centro. El querubín sonreía satisfecho por el placer que el agua febril le producía a su protegida. |
Texto agregado el 14-10-2003, y leído por 927
visitantes. (17 votos)
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Lectores Opinan |
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16-01-2011 |
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Excelente y sensual!!! Un prodigio de brevedad y poesía. Estrellas a más. tobegio |
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20-11-2008 |
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oh my god! que cuentito tan màs picaro! ay si de que los hay los hay! ...mmm que se aplica aqui? nada es lo que parece? o cuidate de las aguas...febriles?..jejej muy intenso luzyalegria |
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11-06-2006 |
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Está re'bonito este cuentito, me imaginé los querubines de Tonantzintla, ahora sí, aquí lo tienes apuntado, porque es OBLIGATORIO entrar a esta iglesia. Besos! ednushka |
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26-09-2005 |
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Qué original, me ha encantado!***** pink-panther |
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27-02-2005 |
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Me ha parecido un relato muy bello. Su mágica y fantástica estampa lo engrandece. Nunca se ha de fiar una de los faunos que acechan escondidos tras las burbujas de la espuma y las hojas más cercanas... a no ser claro, que busquemos su encuentro. Felicidades. monelle |
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