Tierra de nadie en la que vivimos y padecemos por nosotros mísmos. Tierra de nadie donde el rico esta arriba y el pobre abajo. Tierra de nadie donde nos esforzamos por ser profesionales y para qué? si ni trabajo encontramos. Tierra de nadie donde la soledad, la tristeza y la pobreza siempre las tenemos presentes. Tierra de nadie donde los sabios gobernantes con sus leyes y promesas nos destruyen. Tierra de nadie sembrada, cultivada y a mísma vez olvidada. Tierra de nadie que sólo tiene un dueño y ese dueño es Dios. Tierra de nadie abandonada y destruída por aquella mano, que crucificó a Dios.
Texto agregado el 14-10-2003, y leído por 189 visitantes. (4 votos)