Pues bien, aquí me tenéis, ahora podréis saber eso que tanto buscáis. La vida de las burbujas discurría tranquilamente, felizmente diría.

Cada día una burbuja era observada por los brillantes ojos de un niño, en cualquier parte del mundo dejaba caer sus destellantes colores, en ocasiones brillantes, otras tantas cálidos. Ese era, digamos, el momento de gloria de la burbuja, que tal y como merecía era celebrado por toda la comunidad burbujeante. Ese momento en que alzaba soberanamente el vuelo, como un desliz, mostrándose frágil como un susurro, pero erguida y orgullosa se perdía en el cielo, conociendo la fascinación del niño al verla así, tan redondita, tan transparente, tan perfecta. Al evento acudía desde la mas pobre pompita de charco (por otra parte muy admirada por los niños) hasta la mas fantástica burbuja de mar, que siempre contaba orgullosa su nacimiento fruto del choque y explosión de una ola, sabiendo cuan envidiado era su sabor salado. Como podéis imaginar cada día era una fiesta en nuestro pequeño mundo. Aún sabiendo que a partir de ese momento, la burbuja homenajeada podría morir en un instante víctima de un pinchazo infantil, o del manotazo de un graciosito humanoide.

De pronto, una mañana de lluvias torrenciales y por tanto de múltiples nacimientos de pompitas charqueras, el rumor comenzó a correr como la pólvora. Unas comentaban que vendrían y nos llevarían para realizar horribles experimentos con nosotras, otras, más valientes se ofrecían voluntarias para hacer de escudos-burbujas ante el inminente ataque. Incluso algunas burbujitas pizpiretas perdieron sus brillantes colores aquella mañana aterrorizadas por lo que estaban escuchando. Las mas catastrofistas hablaban de un posible holocausto burbujil.

Ante tal situación de caos generalizado, se reunió de urgencia el comité de burbujas concéntricas, creado por un sabio transeúnte que presumía de divertir a los humanos con sus pintorescas y enormes burbujas. La burbuja mayor intentó tranquilizar a la comunidad y así habló:

_ "Si bien es cierto que un grupo de humanos trata de averiguar a cualquier precio cómo es la vida de una burbuja, sabemos a ciencia cierta que nuestra colorida comunidad no corre peligro. Hace meses que enviamos a Burbuja a investigar en que andaban ese grupito de humanos que se reunían en tan extraño e indefinido espacio, y según los informes recibidos podemos estar tranquilas, parece ser que son un grupo de soñadores que juegan con las palabras, bailan con ellas y gustan de los amaneceres, se derriten ante una puesta de sol, y pasean de la mano con el amor y la nostalgia, su máximo goce lo alcanzan revolcándose en la metáfora, y jamás se olvidan de los besos y las estrellas" - entre suspiros de alivio y gozo, empezaron de nuevo a brillar colores, incluso alguna pequeña pompita trataba de zafarse de la mano de su mamá y alzar el vuelo en señal de festejo, sin embargo no faltaba la pompa fúnebre que clamaba el fin de su vida. Las burbujas concéntricas miraban solemnemente a sus compañeras, y así continuaron relatando _" Para mayor seguridad y tranquilidad de la comunidad hemos pedido a nuestra Burbuja infiltrada que se presente ante aquellos humanos con el fin de colaborar en su investigación acerca de nuestra vida, sin mas que notificaros, alcen el vuelo"

Pues bien, aquí me tenéis, ahora podréis saber eso que tanto buscáis.