Lucha, mi hijito,
para que hagas algo en la vida,
es la vieja canción de la abuela,
que en la tierra de la ilusión
es más que manzanas con canela,
lucha, sí, cánsate de luchar
muérete, ah, eso no, ¿verdad?
Pero se mueren, abuela,
bueno, mi hijito, así es la vida.
¿Será acaso que esas estrellas
remojadas de llanto
son espejismos de ojos refulgentes?
¿Será así la vida, siempre?
La vida, siempre,
vieja canción.
Canciones viejas
que se han cansado de tanto cansar vidas
en el tiempo muerto.
Ándale, mi hijito, vete a trabajar
a sacar para el chivo,
muele, corta, excava, carga, llora, mátate
que la vida es un limbo.
Pero, ¿para qué, abuela?
No le pregunten más a la abuela,
no sabrá contestar
porque las cosas de hombres
y de la providencia no son para husmear. |